domingo, 10 de abril de 2011

Un llamado de atención: Una simple cadena de favores.

Todos los días escuchamos y vemos lo injusta que puede llegar a ser la vida. En la TV, la radio, diarios, en las calles, en los gritos y conversaciones, vemos lo malo que rodea a este mundo, pero, me pregunto, ¿Valdrá la pena tener los ojos puestos en la desgracia ajena? ¿Las personas no están conformes con sus propios problemas?

Perro viejo no aprende nuevos trucos, creo que ese dicho se les aplica también a los humanos… Se supone que cada vez que crecemos, maduramos…pero ¿Que es madurar? Una de las definiciones que nos entrega la RAE (Real Academia Española) es “Adquirir pleno desarrollo físico e intelectual.” Guiándome por esto puedo afirmar que el hombre nunca madura, claro, nunca madura, porque por más y más que una persona vive sus errores no aprende y no enseña, esto nos llevo a tener que ver y mostrar los errores del resto, pero por más y más que miremos los errores del rededor no aprendemos y no enseñamos, a tanto nos llevo esto que se crearon los diarios, para tener las historias de los peores errores que se cometieron en el mundo en un solo día, luego los noticiarios, que ya no solo nos contaban las historia, nos las mostraban con lujo de detalle, hasta llegar a los de hoy, de 5 a 10 canales que prestan unas 5 o 6 horas de programación diaria a estas historias y por supuesto, los canales de 24 horas, píenselo, 24 horas al día los 7 días de la semana mirando la desgracia ajena y, por supuesto, ahora dividida en categorías!, religiosas, políticas, populares, deportivas, etc.… Y aun así, no aprendemos absolutamente nada.

Los errores de la 1° y 2° guerra mundial se vuelven a cometer, los errores de la corrupción siguen igual, el que la programación estelar sean mujeres semi desnudas con grandes atributos que cada mañana están con un chico nuevo que es admirado por su corte de cabello y hasta esas cosas que uno cree que son detallitos (cuando los encierran solo en su mundo) como los golpes, las drogas (y sumo a esto el abuso de todo tipo de drogas, cigarros y alcohol también), los gritos, insultos, consumismo y la intolerancia se vuelven a vivir una y otra ves. Lo peor es que de esto nadie se libra (ni yo, obviamente).

Todos alguna ves fuimos discriminados, por ser lindos, por ser feos, bajos, altos, blancos, negros, mulatos, rubios, por no tener una extremidad o por nuestro nivel intelectual y claramente el sentimiento no fue agradable y aun así el día de mañana o cuando doblemos la esquina miraremos a una persona y pensaremos “Que fea”, “guau un negro”, “Qüico idiota”, “Comunacho”, “Es inmensamente gordo”. Los aplausos pocas veces serán dados y oídos con gratitud, siempre existirá un dejo de inquietud, de celos, de envidia.

Al final razonando bien, las únicas personas que aprenden son los niños y cada vez que crezcan sabrán más palabras, recordaran más hechos históricos, sabrán más maneras de revolotear con los números, sabrán porque cayo la manzana, pero al igual que su padre, castigara a su hijo antes de hablar con el, al igual que la persona a la que su madre insulto en el auto por cruzar mal la calle, él cruzara por un mal lugar poniendo en riesgo su vida y la de otros, al igual que el tipo que pateo a su perro, él pateara el de otro por la simple razón que ese perro no es suyo y así lo único que seguirán serán ciertas enseñanzas que adquirirán en lo más tierno de su infancia, que, debo agregar, anteriormente se pensaba que duraba hasta los 12 años y hoy en día no va mas aya de los 9 años (y eso lo digo con benevolencia); Lavate los dientes después de comer (y eso se resumirá a después de almorzar), ve a bañarte, tomate la leche, ordena tu cuarto, has tu tarea, etc.… Y a esas enseñanzas, que son las que cambiaran sus vidas, uno no les presta mayor importancia que un par de palabras cuando el niño se niega a seguirlas, el “tienes que compartir”, “no le pegues”, “suéltale el pelo a la niña”, “no, eso no es tuyo, devuelvelo” pero, si en su niñez al corrupto le hubiesen enseñado a compartir, quizás Hitler no hubiese hecho lo que hizo, si al ladrón, le hubiesen enseñado a devolver lo que no era suyo, quizás hoy en día su hijo no tendría que ir a verlo a la cárcel y si al asesino le hubiesen enseñado a no tirarle el pelo a sus compañeras, no golpear a sus compañeros, muchas personas que murieron hoy en día estarían celebrando sus cumpleaños con su gente querida. Y todo esto porque en las únicas enseñanzas que nos centramos luego de los 3 o 4 años son en los ramos de escuela.

Le echamos la culpa a la religión católica de que curas violen a niño, pero aparte de ellos, existen niñeros, psicopedagogos, doctores, dentistas, herreros, padres y vagos que también violan, y creanme, que si a ellos les hubiesen enseñado y pongo énfasis en ENSEÑADO, no dicho, ENSEÑADO a respetar (miren esto tan simple, Respetar y desde hoy en adelante esta palabra la escribiré con mayúscula por lo importante que es), hoy en día esos niños no estarían con los problemas, traumas y miedos que tienen. Les puedo asegurar, también, que si a esa niña que con 15, 16 años tiene un bebe en sus brazos le hubiesen enseñado de sexualidad ese bebe nacería en unos 7 u 8 años más con un padre y una madre que tengan un hogar propio y trabajo.

No tomen mis palabras muy literalmente, indaguen en ellas, péguenselas en la mente y verán que son cosas que ustedes mismos pensaron alguna ves, pero que por querer recordar cierta formula matemática solo quedaron las letras borrosas bajo esa formula.

Por ultimo y con esto no termino, por que la vida y los errores continuaran, y luego de esto más de alguno escribirá un comentario y en 2 semanas más se olvidarán de todo lo que pensaron cuando leyeron esto, les doy un consejo, cuando se levanten en la mañana, antes de acostarse o cada ves que se sientan abstraídos por alguna situación, rememoren su día, escriban lo que los marco de ese día, guarden las noticia que les llamo la atención, bajen la canción que nunca avían escuchado, por que mañana cuando tengan su familia, cuando manejes su empresa , hasta cuando tengan una mascota, esas cosas les ayudara a tomar grandes decisiones. El que recuerdes, escribas, que ayer viste sonreír a tu madre cuando te despediste de un beso y un te quiero, te hará hacérselos a tus hijos, amigos y parientes y ellos serán felices, el que recuerdes como esa señora toco a tu puerta con tu mejor amigo en brazos hará que mañana, al encontrar un perro perdido, le quieras dar la misma sorpresa a su dueño y este quiera hacer lo mismo. Una simple y hermosa cadena de favores puede solucionar muchas cosas.

Esto que escribo salio de un simple hecho; Hace una semana me subí a la micro que acostumbro tomar para ir a la Universidad, al ser las 7am, esta estaba repleta de gente, y esto traía como consecuencia que tendría que estar parada a un lado del micrero por alrededor de una hora (situación que siempre me a incomodado muchísimo), así que para hacer el viaje menos tedioso cuando entre le sonreí le di las gracias por haberme parado, le pague y le agradecí cuando me dio el vuelto y el boleto y platique con el un par de veces durante el viaje. El recorrido fue normal, cada vez la micro se vaciaba más y en un minuto solo quedaba yo adelante con un chico en la parte de atrás, el micrero saco un termo (cuando estábamos en un semáforo) unos bazos de plumabit y me extendió uno con un poco de café y me comento “hace mucho frió hoy, te congelaras estudiando”, yo me reí le agradecí y le comente que cuando uno ama lo que hace nada te detiene para llevar tu objetivo a cabo y bebí el café. El micrero se quedo en silencio y cuando me pare para bajarme, me llamo la atención con la mano y me dijo que lo que yo había dicho seria la mejor enseñanza que le daría a sus hijo y si se lo podía escribir en un papel, que siempre al terminar el recorrido quedaba tan agotado que estas cosas se le olvidaban. Esto me dejo descolocada por barios segundos. Y yo que alguna vez pensé que los micreros eran pura gente ignorante o conformista y me vengo a encontrar con una de las personas más inteligentes que he conocido.

“Tu libertad termina cuando comienza la del otro” y “todos somos iguales”, las grandes enseñanzas que me dieron mis padres (de las tantas que me han dado), estas son las que siempre quedaron y quedaran en mi memoria y son las que hicieron que de niña me fuera a jugar a perseguir gallinas a la casa de una niña que tenia piso de tierra y jamás la mirara con ojos de “poca cosa”, que hacen que a Don Rene, el sapo del paradero de la plaza miraflores, lo salude con un gran abraso ves que lo veo y las que harán que mañana, cuando tenga a mis hijos, ellos miraran a un niño de piel oscura y verana un amigo, verán dos chicos tomados de la mano y observaran amor, verán a un perro en la calle y verana un ser vivo, verán a una señora con bolsas y verán una oportunidad de hacer a alguien feliz y que sus hijos piensen igual y los hijos de sus hijos y así sucesivamente.

Cuando miren a una persona, sea como sea físicamente, sonrianle quizás eso haga que cuando llegue a su casa decida tirar esa cuerda a la que pensaba entregarle su vida. Si tu hijo no es bueno con las matemáticas, no lo angusties, no es el fin del mundo, si lo dejas crecer con seguridad, enseñándole las cosas que e escrito (y lo que digo es muy poco y obvio) y siempre con Respeto hacia la humanidad y los seres vivos, ese niño descubrirá la cura definitiva para el cáncer, el sida y odio.

Esto resume todo:
http://www.youtube.com/watch?v=2l4hGvSIZSA&feature=bf_prev&list=FLEHO9-TmAzzQ&index=6

sábado, 9 de abril de 2011

Que es lo que me espera? (2)

Siempre he querido pensar en el futuro como algo nuevo y excitante, pero la verdad es que es a lo que más temo.

Mi fututo se asoma tras una puerta, tan borrosa, tan negra y abstracta. Me siento en un pasillo largísimo, a oscuras y con los horribles sonidos de la vida en la ciudad retumbando a solo centímetros de mis oídos, sirenas, gritos, ladridos, golpes... quiero mi música.

Y lo único que tengo para guiarme es el ligero sonido de un piano muy débill que son mis sueños he ilusiones, pero apenas distingo la melodía de las teclas entre todo el ruido de la vida. Lo peor de todo es que con cada paso que doy la melodía se hace más lejana, mi vida, mi futuro se hace más lejano.

En mi mano una pequeña vela que parece consumirse velozmente pero que en un punto se detiene y vuelve a empezar, mi familia, mis amigos. Lloro por temor a nunca encontrar la salida, pero mi vela me mantiene con vida. Y término entreteniéndome en la lucha por que mis lágrimas no apaguen su ya leve brillo, que por mínimo que sea es lo más importante. Pero esto hace que avance sin fijarme en el camino.

Hace frió y mi única fuente de calor es mi vela, pero en momentos quema casi provocando que la suelte. No la quiero soltar, tengo miedo de perder su luz. La independencia, lucho por ella, lucho por tirar mí vela, pero el miedo me vence. Lucho por ser yo y despreocuparme de la luz, despreocuparme de mi gente y ya no preocuparlos a ellos.

Quiero alejarme de los gritos, de ese ruido torturador, pero sin el, mi ligera melodía de piano no existiría.

Quiero agacharme, abrasar mis piernas y volver a empezar todo, pero esta ves no olvidar prender la luz y tocar mi melodía de piano con un gran amplificador. Pero mi vida ya empezó y no se cuando terminara, ni donde voy y es que yo elegí mi camino, porque, por más suave y débil que sea mi canción, es la más hermosa que existe y por más pequeña y absurda que sea mi vela, aunque su brillo sea solo suficiente para ver mis manos, es la más segura que ahí. Y mi temor será vencido, porque aunque el porvenir este oscuro mi pasado es el más brillante.

Soy Renata Belén Cáceres Quintanilla
Soy artista y temo serlo, pero lo amo.

Pero ¿Porqué en mi túnel todos corren mientras yo me arrastro?

miércoles, 6 de abril de 2011

Sobrecogimiento: Que es lo que me espera


Siempre he querido pensar en el futuro como algo nuevo y excitante, pero la verdad es que es a lo que más temo.

Mi fututo se asoma tras una puerta, tan borrosa, tan negra y abstracta. Me siento en un pasillo largísimo, a oscuras y con los horribles sonidos de la vida en la ciudad retumbando a solo centímetros de mis oídos, sirenas, gritos, ladridos, golpes... quiero mi música.

Y lo único que tengo para guiarme es el ligero sonido de un piano muy débill que son mis sueños he ilusiones, pero apenas distingo la melodía de las teclas entre todo el ruido de la vida. Lo peor de todo es que con cada paso que doy la melodía se hace más lejana, mi vida, mi futuro se hace más lejano.

En mi mano una pequeña vela que parece consumirse velozmente pero que en un punto se detiene y vuelve a empezar, mi familia, mis amigos. Lloro por temor a nunca encontrar la salida, pero mi vela me mantiene con vida. Y término entreteniéndome en la lucha por que mis lágrimas no apaguen su ya leve brillo, que por mínimo que sea es lo más importante. Pero esto hace que avance sin fijarme en el camino.

Hace frió y mi única fuente de calor es mi vela, pero en momentos quema casi provocando que la suelte. No la quiero soltar, tengo miedo de perder su luz. La independencia, lucho por ella, lucho por tirar mí vela, pero el miedo me vence. Lucho por ser yo y despreocuparme de la luz, despreocuparme de mi gente y ya no preocuparlos a ellos.

Quiero alejarme de los gritos, de ese ruido torturador, pero sin el, mi ligera melodía de piano no existiría.

Quiero agacharme, abrasar mis piernas y volver a empezar todo, pero esta ves no olvidar prender la luz y tocar mi melodía de piano con un gran amplificador. Pero mi vida ya empezó y no se cuando terminara, ni donde voy y es que yo elegí mi camino, porque, por más suave y débil que sea mi canción, es la más hermosa que existe y por más pequeña y absurda que sea mi vela, aunque su brillo sea solo suficiente para ver mis manos, es la más segura que ahí. Y mi temor será vencido, porque aunque el porvenir este oscuro mi pasado es el más brillante.

Soy Renata Belén Cáceres Quintanilla
Soy artista y temo serlo, pero lo amo.

Pero ¿Porqué en mi túnel todos corren mientras yo me arrastro?